Íbamos caminando la muerte, tú y yo.
Muerte - Hay que ver que aquí nunca hace frío ni calor
Tú - Uf, pues menos mal porque sino estaríamos helados o sudando
Yo - Hay que ver Muerte que siempre te estás quejando
Muerte - ¿Quejando? ¿Yo?
Yo - Sí, tú, todo el día poniéndole quejas a todo, cuando tenías que estar agradecida por tener un sitio donde vivir
Tú - Bueno, eso es discutible...
Yo - ¿Ahora te pones tiquismiqui tu? Pues si que...
Muerte - Bueno, bueno, tengamos el día en paz
Yo - Mira quien fue a hablar...
Tú - Oye una curiosidad, ¿puedo preguntarte algo? ¿Los ángeles meáis?
Yo - Siempre con la misma preguntita oye
Muerte - Hombre pues mira esa si que es una buena pregunta, es que con eso de que no tenéis sexo definido...
Yo - ¡Dios mio lo que tengo que aguantar!
Dios - ¿Qué pasa por ahí?
Tú - El que faltaba...
Muerte - Nada, nada, que el ángel no nos quiere contestar a una duda existencial que tenemos sobre...
Yo - Nada, nada, las dudas se mandan por correo y si eso ya las contestaré
Dios - ¿No deberíais de estar trabajando ya?
Tú - Si, si, ya nos despedíamos, ¿ves lo que has conseguido?
Yo - ¿Te recuerdo quién preguntó?
Tú - ¿Intentas poner mirada asesina? Porque la verdad es que no te sale
Yo - Claro que me sale pero como llevas unas gafas de culo de vaso no ves nada
Tú - ¿Gafas de culo de vaso? No me calientes...
Yo - Uh... que miedo el Tiempo se calienta, el Tiempo se calienta, ¿lo has oído Muerte?
Muerte - Lo que yo creo es que deberíamos dejar la charla para otro día e ir a trabajar ya que luego el jefe se nos enfada y no quiero ni pensar lo que nos hará esta vez, así que yo me voy, que me espera una noche movidita, ya os cuento mañana cuantos han caído, ¡nos vemos!
Tú - ¡Adiós, que tengas buena noche!
Yo - ¡Adiós y no te cargues a ninguno de los míos!
Muerte - Eso nunca lo sé, me llegan los envíos según los voy haciendo, pero lo intentaré
Yo - Bueno, yo voy a ir marchándome también que Mariela tiene que estar a punto de acostarse y tengo que vigilar sus sueños, nos vemos
Tú - Vale, yo retraso el tiempo hasta que llegues para que no se duerma antes
Yo - Vale, gracias, que el otro día llegué y estaba ya dormida y se habían colado en la habitación diablillos de todos los colores y tuve que pasarme la mitad de la noche tirándolos por la ventana, menudo trabajo me dieron
Tú - Seguro que hoy llegas bien, incluso con adelanto
Yo - Gracias, nos vemos
En la habitación de Mariela.
Mamá - Es tarde, tienes que dormir que mañana hay que madrugar
Mariela - Es que no estoy cansada mamá, de verdad, déjame quedarme un ratito más con vosotros
Mamá - Sabes que eso no puede ser, es tarde y tienes que acostarte
Mariela - Que rollo, yo no quiero dormir, yo quiero jugar
Mamá - Ya jugarás mañana, ahora hay que dormir
Mariela - Bueno, pero tienes que prometerme que mañana me llevarás al parque
Mamá - Ya veremos, ahora a dormir
Mariela - ¿Y si hay algún monstruo debajo de la cama o en el armario?
Mamá - Pues entonces tu Ángel de la Guarda te protegerá de ellos, venga, a dormir y soñar cosas bonitas
Mariela - Hasta mañana mamá
Mamá - Hasta mañana pequeña
En la misma habitación unas horas más tarde.
Yo - Hay que ver lo que le cuesta dormirse a esta criatura, todas las noches tengo que esmerarme en hacer el menos ruido posible espantando a los diablillos estos que se cuelan por todos lados para que no se entere, mira que carilla, tiene que ser de mala... ¿Qué ha sido ese ruido?
Tú - ¡Ei! ¡que soy yo! ¿no me irás a tirar por la ventana no?
Yo - Pues mira ya la tenía abierta y todo, ¿qué haces tu aquí a estas horas?
Tú - Pues me aburría bastante, ¿Cómo va la noche?
Yo - No me hables, no me hables que estoy hasta las narices de los diablillos estos que se cuelan por todos lados, no doy a basto a tirarlos por la ventana
Tú - Si quieres te ayudo
Yo - Bueno, podías parar el tiempo cuando vea uno y así no tener que ir buscándolo luego por todos los escondrijos de la habitación
Tú - ¡Vale! pero no puedo hacerlo mucho que luego el jefe me regaña, así que cuando veas a varios me lo dices y me paro ¿vale?
Yo - ¡De acuerdo! oye ¿que es ese ruido? ¿Muerte? ¿Qué haces tú aquí también? ¡Bienvenida al club de los aburridos!
Muerte - ¿Aburrida? ¿yo? ¿Pero de qué estáis hablando? ¿Qué hacéis vosotros aquí?
Yo - Pues a ver pues yo trabajando y este pues que se aburría y viene a ayudarme con los diablillos estos que no paran de salir por todos lados ¡Un día se me van a cruzar las alas y los voy a mandar a todos a tomar el viento fresco!
Tú - Tranquila... que ya te ayudo, a ver, coge a todos esos que no se van a mover
Yo - Gracias, oye Muerte tú ya podías ayudarme a matarlos que yo los tengo que tirar por la ventana y al poco vuelven a entrar
Muerte - Yo... es que... verás... tengo que trabajar...
Yo - Pues ala, vete y trabaja que nosotros estamos atareados con los bichos estos, un día tengo que hablar con el jefe a ver si habla con el Diablo y le dice que no mande a tantos diablillos que me hacen la vida imposible, si es que tengo que pedir un aumento de sueldo, con todo lo que trabajo y ni un día libre a la semana y para colmo no tengo vacaciones tampoco ¿Vosotros creéis que esto es vida?
Muerte - Verás... es que he venido a trabajar aquí
Yo - ¿Aquí? pues poco trabajo vas a tener, la nena duerme desde hace rato asi que no vas a... Un momento... ¿A trabajar aquí?
Muerte - Sí...
Yo - ¿A la niña?...
Muerte - Sí...
Yo - ¿Pero qué ha podido hacer de malo este pobre angelito?
Muerte - Yo no decido...
Tú - Quizá es que le llegó su hora, simplemente
Yo - ¿Pero como puedes decir eso, deslamado? ¿Y no se puede hacer nada?
Muerte - Me temo que no
Yo - ¿Tú no puedes parar el tiempo?
Tú - Eso solo prolongaría su agonía, además no puedo para el tiempo eternamente...
Yo - No sirves para nada, ni siquiera para ayudar a los demás...
Muerte - No te lo tomes a mal Tiempo, que lo dice sin querer... Ángel debo hacerlo ya... Hay más personas esperando
Yo - ¡Esto es injusto!
Tú - Eso es porque te has encariñado demasiado con esa cría, recuerdo que al último no le tenías el mismo cariño...
Yo - ¡Como para tenérselo! Era un asesino a sueldo que no tenía piedad por la vida de los demás, estaba deseando que viniera Muerte a llevárselo pero nunca venía, menos mal que me relevaron del cargo porque sino me hubiera llenado de rabia... ¿Cómo vas a matarla?
Muerte - ...
Yo - ¿Hola? ¿Contestas o qué?
Muerte - No seré yo quien la mate...
En el periódico la mañana siguiente
Titular: El asesino de la perla ataca de nuevo
Abstract: Hallada una niña muerta presuntamente asesinada mientras dormía. La policía encuentra una perla en la cavidad de uno de sus ojos. Nada se sabe del paradero de su asesino. La familia está a la espera de que se encuentre al culpable y se haga justicia.