sábado, 10 de noviembre de 2007

CuEnTaCuEnToS: - ¿Qué haces?....

- ¿Qué haces?
- Ver porno ¿y tú?
- Pensaba en ti
- ¿En serio?
- No, y tú, ¿ves porno?
- No
- ¿Por qué seguimos mintiéndonos?
- No sé, ¿costumbre?
- ¿Quién se acostumbró a quién?
- No empieces.
- Has empezado tú.
- ¿Por qué siempre acabamos igual?
- No sé, ¿costumbre?
- No me plagies...
- Estoy cansada, me voy a dormir.
- Entonces ya hablamos mañana.
- Sí, hasta mañana.

Colgó el teléfono y lo dejó encima de su mesita de noche. Sentada en la cama se quedó mirándolo unos minutos, en silencio. En realidad no estaba cansada, pero era la rutina de cada noche. Una llamada, una mentira, una discusión y un hasta mañana. Cada noche igual, cada día la misma historia. Se levantó lo justo para apartar las sábanas de su cama. Deslizó sus pies hacia el fondo de la misma y se cubrió por completo con aquellas sábanas frías. Aún seguía pensando en él. Sabía que lo amaba, y que él, a su manera, también lo hacía. Pero él era así, con sus prontos, con sus palabras cortantes, con su forma de decir las cosas, con ese frío en su voz. Pero ella estaba segura de que la amaba, tanto como ella lo amaba a él. Cada noche se dormía con la esperanza de volver a sentirle cerca y se decía a si misma que él la amaba, solo que se lo demostraba a su manera.

A unos cuantos metros en otra habitación de la casa él cuelga el teléfono y lo tira con desprecio sobre una mesa. Enciende un cigarrillo y se mete en la cama a leer un libro. A ella ni siquiera la recuerda, ni siquiera recuerda que mañana sonará otra vez ese teléfono, ni siquiera recuerda haber hablado con ella. Cuando acaba su cigarro lo arroja a un cenicero. Apaga la luz y se duerme.

Ella aún piensa en él y en lo mucho que lo ama, en como él estará pensando en ella, en como al día siguiente iba a ser diferente, no se mentirían, no discutirían, todo volvería a ser como lo había sido en los primeros años de su matrimonio. Todo dulzura y todo amor. Un amor que ella seguía conservando intacto y que estaba segura de que él también. Soñaba poder volver a abrazarlo, soñaba con un susurro, con una mirada de cariño, con una sonrisa. Soñaba que volvía a ser feliz a su lado.

En mitad de la noche él se despierta, está enfadado, furioso, no soporta despertarse en mitad de la noche. Se levanta decidido. Abre la puerta, recorre un pasillo, abre otra puerta, grita, vocifera, da un golpe en la cama de aquella habitación. Sale dando un portazo, recorre el pasillo a la inversa, cerrando una vez más la puerta de la cual había salido solo un par de minutos antes. Vuelve a acostarse un poco más relajado y se duerme al instante.

Ella despierta en mitad de la noche debido a un fuerte golpe acompañado de unos gritos. No sabe muy bien que está pasando pero siente que ha hecho algo mal, él nunca haría algo así sin un motivo. Entre sollozos intenta volver al suave calor de su cama. Piensa en lo mucho que lo ama y en que él, a su manera también lo hace, solo debe tener paciencia, seguro que con el tiempo todo vuelve a ser como antes....

17 comentarios:

Carabiru dijo...

Pues, lo siento por la prota pero... no creo que mejore.

Me ha gustado mucho! cuanto hace que no te leo?

Bicos!

tormenta dijo...

muy trágico, el amor es ciego ... pero a veces lo es hasta extremos insospechados.
un besillo guapa.

Anónimo dijo...

es triste sabes? vivir con esa falsa esperanza, dibujar sonrisas en el pensamiento para hacerse creer que algún dia todo cambiará.

Deja un sabor de vacio tu relato.

1 besino y gracias por no dejarme sin él ;)Jara

Anónimo dijo...

Coi, coi, coi...
Un poco fuerte lo que narras en tu historia.
Cuesta creer, pero es cierto que hay parejas que conviven con ese tipo de circunstancias.
Cruda realidad que nos rodea y no vemos, oculta tras un sonrisa forzada, con nada más que el espacio entre los dos.
Me ha gustado mucho.
Un beso!

Miriam dijo...

La verdad es que cuando se llega a esos puntos l mejor es cortar por lo sano.
Has descrito a la perección la realidad de algunas parejas, aunque sea triste

Un besote

Anónimo dijo...

¡qué historia tan triste! Y la pobrecilla con esa fé ciega... ¡y lo difícil que es curar el desamor si no se reconoce!

Un b3zot3

Luz de Luna dijo...

A mi me gusta, aunque es verdad que deja un saborcillo amargo. Esos dos siempre est�n discutiendo joder...jajaja. Besitos.

Pugliesino dijo...

Grietas, que de escasos centímetros van creciendo en el silencio, anhelando en últimas miradas de recuerdo se detengan, soñando, mientras la grieta es ya desfiladero, pero tendiendo siempre un puente a la esperanza.
Preciosa historia Gloria, y bien estructurada.
Un abrazo!

Laura Luna dijo...

Ella debería salir de esa cama y buscar una nueva vida. No hay más ciego que el que no quiere ver.

Está bien cómo has conectado a los dos personajes al final de la historia, aunque el recurso de mostrar dos historias separadas y luego juntarlas está algo visto.

La antítesis entre ambos personajes está bien, pero considero que podrías haber creado una historia de mayor contenido y con una trama más original ;)

Besitos, guapa,
Mun

Anónimo dijo...

Jolines... Me has echo llorar... Ultimamente cuando vengo aquí siempre acabo llorando... Ainsss...

Veo un futuro muy negro y muy triste, un futuro que viven muchas mujeres y que por desgracia otras muchas vivirán...

Ojalá pudiese escapar de algo así... No es un final feliz para nadie...

Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.

Anónimo dijo...

tan mal va la cosa que hasta se llaman por teléfono de una habitación a otra?? joder! pues el amor es ciego a veces sí, pero hay que saber abrir los ojos ante pistas tan obvias!!

Que hijo p... el tío... se me revuelven las tripas cada vez que leo algo sobre los malos tratos....

un abrazo.

Anónimo dijo...

¿Sabes que creo? que ella se repite tantas veces eso de que "la ama" para terminar por creerse algo que es del todo increíble.
Desde el principio se ve que su relación necesita, con urgencia, de un final y los dos, cada uno a su modo, se equivocan al no hacer que llegue...

Besotes y aplausos wapa!

Klover dijo...

El autoengaño es una trampa poderosa, porque yo estoy convencida de que ella sabe pero prefiere pensar que no.

Cuídate

Popi dijo...

Pues sí... el amor es tan ciego que, incluso sabiendo que algo anda mal, sigues buscando motivos a los que aferrarte. Demasiadas parejas viven juntas sin amarse, tristemente.
Un beso!!

Pedro dijo...

Un amor trágico, pero mientras esten en ese plan no creo que la cosa mejores mucho, con portazos y distancias se arragla poco por mucho amor que se tenga.


Un saludo,


Pedro.

Anónimo dijo...

Me ha encantado la dureza del relato, se saboreaba mucho mejor con esta tarta de capas que nos has puesto. Una capa de esperanza vana, ilusión infundada y tristeza engañada, y después otra de hastío, egoismo y violencia, y vuelta al principio.

Muy bueno, muy triste.

Un beso

Blogger dijo...

korikoko viene de kokoriko, como el kikiriki de los gallos pero en francés ^^ empeño de mi amiga julia jejeje

http://korikoko.blogspot.com/