lunes, 9 de junio de 2008

CuEnTaCuEnToS: La próxima vez que ponga la cinta descubrirá que a la mitad de la misma hay cinco minutos en blanco...

La próxima vez que ponga la cinta descubrirá que a la mitad de la misma hay cinco minutos en blanco. Lo primero que hará es extrañarse de que durante tanto tiempo no suene nada. Después rebobinará la cinta y subirá el volumen por si lo que estuviera grabado está demasiado bajo. Seguirá sin escuchar nada. Entonces cogerá la caja de la cinta para ver si en ella se dice que canción es la que falta, pero descubrirá que en ella no hay una lista de canciones, solo hay palabras sueltas que aparentemente no significan nada. Se sentará en el sofá confusa, pensativa, sin saber muy bien que hacer. Cerrará los ojos y suspirará. Al abrirlos descubrirá que tiene la caja de la cinta en la mano y que sigue sin escuchar nada. Clavará sus ojos en el radiocasete e intentará recordar el porqué, si es que lo tiene, de aquel silencio. Pasarán cinco minutos y tras ellos volverá a aparecer la música a todo volumen ya que se habrá olvidado bajarlo tras intentar ver si lo grabado estaba a un volumen demasiado bajo. Es estruendo la hará saltar del sofá a bajar la música. Parará la cinta. Rebobinará hasta dejarla en 6 minutos antes. Un minuto de música y nuevamente el silencio. Nuevamente una incógnita. Nuevamente mirará la caja, cerrará los ojos y dejará escapar un suspiro de sus labios. Estará segura de haber escuchado esa cinta miles de veces pero se sentirá incapaz de recordar el porqué de esos 5 minutos en blanco. Sentirá lo mismo que se siente cuando se piensa que se está obviando un detalle importante que es imposible de recordar pero que sin él parece no tener sentido nada de lo que esté sucediendo. Así será. No entenderá nada. Habrá olvidado, o quizá nunca supo, el porqué de aquel silencio. Será entonces cuando, sin saber tampoco como, suene el teléfono. Descolgará y se encontrará con que al otro lado hay una persona que dice conocerla pero que ella es incapaz de recordar quien es. Ella intentará convencerle o convencerse de que se ha equivocado de número. Entonces la otra persona le dirá que solo llamaba porque sabía que había olvidado el porqué de los cinco minutos en blanco de su cinta favorita. En ese momento ella notará una sensación de ahogo en su pecho, esa sensación que se siente cuando la vida está pasando por delante y ni siquiera eres capaz de sentirla. El teléfono caerá de sus manos como si fuera el más pesado de los objetos y sus manos meras hojas que se rompen al más mínimo doblez. Será entonces cuando lo recuerde. Cuando sus recuerdos vuelvan al presente, tan nítidos y tan vivos como antaño. Pero ya será demasiado tarde. Recordará que hizo un pacto, un pacto en el cual empeñaba su alma. Recordará que prometió no olvidar nunca y sabrá que lo había olvidado. Y en cuestión de segundos todo su cuerpo empezará a temblar. Su pelo se volverá canoso y sus manos arrugadas. Notará que le fallan las fuerzas, esas fuerzas que apenas seguían con ella. Sentirá en su pecho un fuego no comparable con nada que hubiera vivido hasta entonces y en aquel momento ocurrirá. Se cumplirá su castigo por faltar al pacto, por olvidar.

Cuando llegue la policía encontrarán un cuerpo arrugado y senil arrodillado en el suelo, sin signos de violencia, el teléfono descolgado aunque sin interlocutor al otro lado. Registrarán la casa aunque no encontrarán nada que les haga sospechar de que el crimen fue cometido por un robo, en verdad nada les hará sospechar que fuese un crimen. Alguien reparará en el radiocasete que permanecerá todavía encendido. Una cinta. Pobre vieja, escuchaba música, pensarán, nadie reparará en escuchar la cinta, aunque en verdad, si lo hicieran, descubrirían que es una cinta de música totalmente normal.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡qué cuento tan curioso!

Me sorprendió lo cotidiano que parecía, y luego la angustia y el pacto...

Muy bueno!

Jara dijo...

Me ha agobiado!! que vengo de ver el vídeo de un agobiado que me ha acabado poniendo nerviosa y ya con tu cuento....

en fin!! no digo más.
besis

Carla dijo...

¡Escalofriante relato! Me has puesto los pelos de punta. ¡Enhorabuena! Además, es lo que dice Synn. Parecía una escena tan cotidiana... ¡Y todo lo que cuentas sin mencionarlo!

Anónimo dijo...

Histérico estaba ya con ella y la dichosa cinta xD Y cuando estaba a punto de traspasar la pantalla y darle la vuelta a la cinta al menos para que escuchara la otra cara,el relato pulsa el stop bruscamente y comienza a cambiar el escenario así como el entorno de, como dice Synn,cotidianidad que lo envolvía para tornarse cruel y terrorífico,mientras la protagonista,la cinta,sigue a lo suyo.
Muy buen retorno a CC Wannyyy!!! e andiamo a la finale!!! ;)
Un abraccio!

Anónimo dijo...

Gracias por pasarte... me ha hecho una ilusion tener un comentario.. iuju!!! jejeje
Eno he leído tu cuento y keria felicitarte, xk me has mantenido con intriga todo el rato... desde el principio hasta el final, sintiendo la angustia de la protagonista... el desconcierto... muy buen relato!!! Un saludo*