lunes, 17 de diciembre de 2007

CuEnTaCuEnToS: 5 palabras....

El sonido del timbre despierta a Andrea de sus sueños. En verdad no estaba dormida pero odiaba las clases de lengua y literatura, le resultaban muy aburridas, tanto, que aunque intentara prestar el máximo de atención posible nunca conseguía seguir el hilo de las clases. Por eso solo esperaba que el timbre la rescatara de aquella horrible pesadilla que duraba una larga hora. Cuando esto sucedía una gran sonrisa se dibujaba en su rostro y era la primera en salir por la puerta de la clase a hacer cualquier otra cosa.

- Niños, recordad que para mañana tenéis que entregar la redacción que os mandé la semana pasada, el que no la entregue tendrá una nota negativa, así que no se os olvide.

¡La redacción! Se había olvidado por completo de ella, y ahora tenía una sola tarde para hacerla, y, si no la hacía su madre se iba a enfadar mucho. Se encontraba en un dilema, no quería enfadar a su madre pero tampoco quería hacer la redacción. Por mucho que hubiese sonado el timbre no había aparecido esa sonrisa tan característica que indicaba el hecho de que la clase había terminado, lo que reflejaba aquel rostro era enfado, preocupación y mala memoria mezclado con un poco de incertidumbre y con una pizca de ¿y ahora que hago?
Siguió recogiendo sus cosas. Cuando hubo terminado se dirigió a la salida dirección a casa. Vivía en una casa en el campo, alejada de la ciudad, su padre siempre había sido casalero y su madre una mujer de su casa, que la trataba con mucho cariño, por eso no podía defraudarla ahora.

- Buenas tardes Andrea, ¿qué tal todo por la escuela?
- Bien mamá...
- ¿Y esa cara que traes?
- Pues... la señorita de lengua nos ha pedido que hagamos una redacción para mañana.
- Vaya, ahora entiendo esa cara.
- ¿Me ayudas mamá?
- Bueno, si es lo que quieres lo intentaré pero tienes que empezar escribiendo algo para que pueda ayudarte.

La idea de que su madre la ayudara había conseguido que Andrea se sentara en la mesa delante de un folio y un lápiz con punta sacada para la ocasión. Su madre se hubiera dado por satisfecha solo con verla en esas condiciones pero paradójicamente la niña cogió el lápiz y empezó a escribir:

"Cuando se quiso dar cuenta, era otra vez otoño y las hojas secas llenaban el suelo del bosque. Una niña pizpireta y juguetona saltaba de hoja en hoja escuchando el crujir de estas bajo sus pies. En su cara se apreciaba una alegre sonrisa provocada en parte por la llegada del otoño y en parte porque esa tarde había terminado pronto sus deberes y pudo salir a dar una vuelta. Su risa podía oírse desde muy lejos en el bosque, otra cosa no, pero escandalosa era un rato. Tanto era el alboroto que estaba formando que se le apareció un duendecillo con cara de enfadado y le dijo:
- ¡Oye! ¿se puede saber por qué eres tan escandalosa?

La niña se quedó muy extrañada ya que apenas si distinguía al duendecillo de entre las hojas secas.

- ¿Quién eres tú, pequeño?
- ¡Son un duende que habita en el bosque y estoy muy molesto por tu risa porque como gritas tanto nos espantas la comida!
- Perdone señor duende, no lo sabía, lo hice sin querer, si quiere puedo ayudarle a buscarla y así podré enmendar mi error

El duendecillo la miró, pensó, reflexionó y tras un largo silencio asintió con la cabeza sin estar muy convencido. En cambio la niña se puso muy contenta y con una sonrisa empezó a levantar todas las hojas del suelo en busca de comida para el duende.

- Señor duende y ¿que es lo que tengo que buscar?
- Tienes que buscar la chisa más grande que hayas visto nunca.
- ¿La qué? - dijo la niña con cara de asombro
- Una chisa, ¿No sabes lo que es? Hay que ver que en el mundo de los humanos cada vez os enseñan menos cosas - dijo refunfuñando- Las chisas son las larvas de unos escarabajos.
- Ah! pero eso es muy asqueroso, ¿Por qué no coméis otras cosas?
- ¿Asqueroso? ¡Pero que dices! ¡Si son un manjar de dioses! y no me mires con esa cara de asco que desde que los duendecillos vivimos en este bosque nos hemos tenido que adaptar a comer todo tipo de cosas, sobre todo desde que ese Farde está aquí.
- ¿Farde? ¿Es otro duende?
- ¡Qué va! es el mayor monopolista del mundo de los duendes.
- ¿Los duendes también jugáis al Monopoli?

Por la cara que puso el duendecillo le quedó claro que en la ultima partida el tal Frade le había construido muchos hoteles lo que habría hecho que el pobre duende tuviera que pagar una gran cantidad de dinero, se habría quedado sin papeles para pagar y entonces habría perdido la partida, pobre duende, que mal perder tenía.
El duende por su parte puso cara de resignación, ¿como le explicaba a una niña humana que los duendes hacían cosas más serias que jugar al Monopoli?

- No niña, monopolista no signifique que juegue al Monopoli, sino que es una persona que ejerce un monopolio. A ver como te explico yo esto para que lo entiendas. Digamos que se cree el jefe de todos los duendes y nos obliga a seguir sus ordenes.
- ohhhh! eso esta muy mal - dijo levantando una ceja.
- Si niña, en eso tienes razón, mira tu por donde en eso tienes toda la razón del mundo.
- ¿Y por qué no le decís que se vaya, que no le queréis?
- Jajajajajajajajajaja!! no podemos hacer eso, las turbulencias presagiaban lo peor, y ha llegado, sino lo hacemos acabará con todos nosotros... solo podemos hacerlo si desvelamos el misterio de los símbolos que hay en la gran muralla que flanquea nuestro poblado, pero hasta hoy nadie lo ha conseguido - y la tristeza pareció adueñarse de aquel duendecillo tan pícaro con cara rechoncha.
- ¿Y por qué nadie las a desvelado todavía?
- Pues porque hace falta que sea una persona especializada en interpretarlos y que los conozca...."

- ¡Mamá!
- Dime Andrea.
- ¿Tiene algún nombre la profesión de descifrar los símbolos esos raros que los egipcios hacían en las paredes?
- ¿Las inscripciones? si cariño, la ciencia que las interpreta se llama epigrafía
- Gracias mamá

Y retomando su redacción....

"- ¿Y por qué nadie las a desvelado todavía?
- Pues porque hace falta que sea una persona especializada en epigrafía, para que reconozca e interprete esos símbolos.
- ¿Y eso es muy difícil de encontrar?
- Llevamos siglos buscando a la persona adecuada...."

- ¡¡Andrea a merendar!!
- ¡Voy mamá! tengo que terminar la redacción.
- Puedes dejarla para después de la merienda, te vendrá bien despejarte un poco, llevas toda la tarde escribiendo.
- Vale mamá.
- Por cierto Andrea ¿qué vamos a hacer con la bicicleta que alquilamos el otro día para ir a casa de la abuela?
- ¿La podemos realquilar?
- ¿Realquilar? ¿De donde has sacado esa palabra Andrea? ¿No habrás querido decir devolver a su dueño?
- ¿Y eso no es realquilar mamá?
- Jajajajajaja!! no hija mía eso no es realquilar, anda cuando termines el bocadillo y acabes tu redacción iremos a devolverlas ¿estás de acuerdo?
- ¡Claro mamá!




Dios lo que me ha costado.... mis 5 palabras son.... casalero, chisa, monopolista, epigrafía y realquilar (palabras comunes y normales usadas de toda la vida.... ¬¬)
pero un reestreno no podía ser de otra forma ;)

9 comentarios:

Jara dijo...

Hola guapa!! Ya era hora que volvieras ¿no?
Me ha gustado tu cuento, da gusto cuando nos da por escribir cosas de niños, en el fondo el nuestro sigue dentro ;).
Las palabras me las había imaginado más que nada porque tú misma las ibas preguntando!!

Me encantan los duendes, ¿de verdad comen eso?

Tres frases en una historia, veo que te has puesto las pilas.

Muchas piruletas :)
Muak

Anónimo dijo...

Joer con la nena!
Va a merecer la pena que "andes desaparecida un tiempo" pq cuando vuelves te esmeras que no veas...
Chungas sí que eran tus palabrejas, sí, pero... ¿y las de quien no? jejeje
Me ha gustado mucho. Es que me tenéis más que ganada con las historias sobre niñ@s, y así no se puede jolín... :P

Besotes y aplausos a montones!

P dijo...

Con esas palabras difíciles te ha quedado un relato de lo más resultón :)

Ese duende tiene carisma.

tormenta dijo...

jajajajja pues si que te lo has currado para ponerlas XD es que has tenido muy mala suerte, epigrafía y realquilar... jijiji qué horror, por lo menos las mias eran un poco más... normales... pero la verdad es que te ha quedado divertido.
gracias por el ratillo que me has hecho pasar.
un besito!

Pugliesino dijo...

Celebro tu regreso! Casi que con las cinco palabras van cinco frases :) Muy buena la forma de ir adaptando cada frase y como situas cada palabra en un escenario entrañable. Lo bello que puede entrañar lo cotidiano!
Un abrazo!

Jan Lorenzo dijo...

Aaaaaaaaahhhhhh!!!! Y que pasa con el duende y Farde el monopolista??? Yo quiero saber si encuentran a un epigrafista bueno, o si la niña, en su candor infantil puede interpretarlo!! Dimeloooo!!!!!

Me ha gustado mucho, muy dulce.

Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.

Pedro dijo...

Jajjaja no em extraña que te costara ¡Yo tampoco sabía lo que era una "chisa"! (pensé que era un invento XD )

Me ha gustado el estilo ese inocente que le has dado al cuento dentro del cuento. Una buena idea.

Un saludo,

Pedro.

Popi dijo...

jajaja. Me has sacado bastantes sonrisas y, con lo serio que soy yo, eso es un logro! :P
Me has hecho pasar un buen rato. Gracias guapa.
Un beso!

Anónimo dijo...

jajajajaj

Esta vez las había acertado todas! (la única persona a la que se las he pillado, para serte sincero...), quizá por la dificultad.

Y has abordado no uno ni dos, si no tres frases de Cuentacuentos, no? Se me ha hecho corta la historia. Me lo pasaba muy bien entre los diálogos de la niña y el duende. Muy original.

Un beso nena! Y felices fiestas!